Rayos X :
todo lo esencial
¿Qué es una radiografía?
Durante una radiografía, el tejido o el diente a analizar son recorridas por ondas de alta energía electromagnética (fotones) que van a impresionar una película o un sensor digital. Dependiendo del grosor y textura de los diferentes tejidos (piel, mucosa, hueso, dientes), la película o sensor digital reciben menos o más fotones.
Las ondas electromagnéticas de alta energía utilizadas en radiología pueden causar interacciones en el tejido y dañarlos. Sin embargo, las técnicas radiológicas en odontología exponen a los pacientes a una dosis mínima de radiación. Especialmente para las radiografías intraorales. En los últimos años la exposición a radiaciones ya débil ha disminuido constantemente debido al uso de películas de rayos x extremadamente sensibles y sensores digitales. Se utilizan los rayos X, observando estrictamente el siguiente principio: usarlos sólo cuando sea necesario y en dosis mínimas. Con la experiencia el dentista ha aprendido a evaluar los casos individuales y luego dar prueba de un sentido de responsabilidad tomándole o no una radiografía.
En odontología se pueden aplicar varias técnicas radiológicas. La radiografía tridimensional o la radiografía panorámica que abarca todos los dientes y la radiografía periapical, la clásica plaquita que se toma en el consultorio dental.
Las mujeres embarazadas, o que creen que están gestando, deben por norma evitar cualquier tipo de rayos x. Porque la radiación no se considera segura para el feto. En casos extremos el dentista evaluará la oportunidad de realizar o no la radiografía. Teniendo en cuenta el hecho de que rayos x a los dientes se limitan a la región de la cabeza y cuello.